“LA CUEVA DE ADULAM”
Una
propuesta dinámica y transformadora
¿Te sientes solo, fracasado y decepcionado de TODO?
Bueno, tal vez no de todo pero si de muchas cosas... Si estás afligido, endeudado y amargado… o un poco de todo eso?
No estás sólo, porque de entrada, en este preciso momento hay muchísimas
personas pasando por circunstancias tanto o más apremiantes, tristes o
deprimentes que las tuyas.
La única diferencia entre ellas y tú es que ¡Llegaste
a "La Cueva de Adulam"!
Te invitamos a venir y comentar, platicar o compartir en este blog
con otros que en este momento se sienten parecido o se identifican contigo para
buscar juntos romper con esas circunstancias que te oprimen, romper con esos círculos
que limitan y romper con lo que sea que está detienendo el crecimiento en tu vida.
"La Cueva de Adulam" tal vez no es el nombre más original para un blog y no es hoy día un lugar fácil de ubicar geográficamente. Lo que si es, es un espacio donde
podemos hacernos compañía y compartir… Pero no te acomodes, tampoco es un
estacionamiento. La Cueva De Adulam (LCDA) pretende idealmente, ser un refugio
temporal para estar mientras pasa ese mal tiempo, “la tempestad” de tu vida. LCDA es el
principio de un proceso que se detona mediante el compañerismo para que en un
momento dado, más temprano que tarde, te levantes y te prepares para llegar a ser no
sólo alguien mejor, sino alguien libre, especial, maravilloso y porque no, una leyenda.
No te sorprendas que La Fuente literaria de esta propuesta es La Biblia, si, ese viejo libro
“tan confuso” y aparentemente tan contradictorio y polémico porque su propuesta es segura y sus valores imperecederos.
De ahí la metáfora de "La Cueva de Adulam". Mira:
De ahí la metáfora de "La Cueva de Adulam". Mira:
"Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus
hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él.
Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba
endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo
como cuatrocientos hombres.” (Primer Libro de Samuel, Capítulo 22, versículos 1 y 2)
Posiblemente estás familiarizado con la historia de David o con parte
de ella. Las circunstancias en que este
episodio tuvo lugar se desarrollaron antes de que el joven David llegara a ser
el Rey más Grande y amado de la historia de Israel, en el tiempo cuando era
perseguido por Saúl, el Primer Rey, quien a pesar de haber sido confortado y
beneficiado por los dones de David como músico y cantor, se encendió de celos y
envidia contra él al punto de perseguirlo por todo el país para matarlo debido
a que David le “robó” el corazón y simpatía del pueblo al matar a Goliat el
gigante y convertirse en el hábil comandante de sus ejércitos, el que sacaba y
regresaba al ejército triunfante de todas las batallas.
El Principio de “La Cueva de Adulam” está basado en esta historia de los tiempos bíblicos y podría decirse que fue
un descubrimiento personal de David, el pastor y salmista del pueblo de Israel.
Este episodio se narra en el capítulo 22 de I de Samuel, versículos 1 y 2 pero el origen de toda la historia puede ser revisado a detalle a
partir de los capítulos 17 y 18 del mismo libro en el Antiguo
Testamento
Si tras la autoevaluación más honesta que hayas realizado en tu vida
concluyes, que quieres un cambios y que necesitas una solución a tus circunstancias actuales, existe una propuesta DINAMICA y TRANSFORMADORA, la que me está transformando a mí y a muchos antes... Si, yo estoy también en el proceso.
Es determinante que al integrarse al proceso de la “Cueva de Adulam” cada participante esté consciente que es
necesario esperar un conjunto de resultados y que debe, así mismo estar
comprometido(a) con dichos resultados porque mirando a Saúl como un perseguidor o
enemigo gratuito, David que en realidad nunca
dió motivo para ser perseguido, siempre mantuvo la actitud de un APE (Aprendedor, Perdonador y
Emprendedor).
¿Cómo llegar a ser un APE sin
morir en el intento?
Este es un proceso en el que adquirimos cualidades que nos permiten
tres cosas básicas:
Primero, reconocer que hay Principios nuevos y útiles que necesitamos
añadir a nuestro esquema de pensamiento y a nuestro estilo de vida para comenzar
a experimentar cambios en los resultados que obtendremos.
Segundo, necesitamos ser capaces de “dejar atrás” y liberar mediante el
perdón sincero a las personas que nos han dañado a quienes estamos atados y comenzar a mirarlos como lo que son: principalmente víctimas y prisioneros
de su propia historia y experiencia no
solamente victimarios. David nunca expresó odio contra Saúl, nunca lo consideró su
enemigo y jamás trató de causarle daño o vengarse de él, si bien le podrían haber
sobrado motivos.
Tercero, ser capaces de extendernos hacia delante y “comprar” una
visión y un propósito que nos permita recobrar la esperanza y trabajar para
alcanzar nuevas metas. David, por ejemplo, después de transcurrir por el Proceso
de la cueva de Adulam, se convirtió en una leyenda por sus proezas y por la
clase de líder en que se convirtió y ¡Por supuesto! sus cuatrocientos hombres con él,
guerreros que llegaron a pelear muchas
batallas, derrotando cada uno a sus gigantes. Lo aprendido en "La Cueva" incluye el principio de Crecer Juntos.
¡Bienvenido/a a "La Cueva de Adulam"!
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